Obesidad en el embarazo. Principales riesgos
La obesidad asocia numerosas complicaciones en todas las etapas vitales y esto afecta igualmente al embarazo. Estas complicaciones pueden afectar tanto a la madre como al bebe y desgraciadamente, en ocasiones de forma permanente.
En el artículo de hoy vamos a hablar de la obesidad en el embarazo: cuál es la magnitud del problema, cómo definimos obesidad y cuales son los diferentes problemas que pueden aparecer en cada etapa del embarazo.
Definición del problema
Las mujeres embarazadas que sufren obesidad tienen mayor riesgo de sufrir una serie de complicaciones. Estas complicaciones son más frecuentes cuanto más grave sea la obesidad de la madre y pueden afectar tanto a la madre como al feto.
Es importante que tanto las pacientes como los equipos médicos tengan estos riesgos en cuenta. Por un lado, las mujeres con obesidad deberían considerar seriamente perder peso antes de planificar un embarazo, así como evitar embarazos no programados. Por otro lado, los profesionales sanitarios deberían realizar controles más estrechos a este tipo de pacientes para minimizar los riesgos en la medida de lo posible.
¿Qué significa tener obesidad?
Para establecer los diferentes grados de obesidad se utiliza el “índice de masa corporal” (IMC) que se calcula según la formula: Peso (Kg) / Talla² (m). Aunque es un cálculo sujeto a múltiples limitaciones, sigue siendo el estándar actual.
Los grados de obesidad según el IMC se clasifican de la siguiente forma:
- IMC 18,5-24,9 kg/m2 = Peso normal
- IMC 25-29,9kg/m2 = Sobrepeso
- IMC 30-35 kg/m2 = Obesidad grado 1
- IMC 35-40 kg/m2 = Obesidad grado 2
- IMC mayor de 40 kg/m2 = Obesidad grado 3

En esta primera parte vamos a comentar los riesgos para la madre. Clasificaremos los diferentes problemas según el momento en el que aparecen: 1. Durante el embarazo, 2. Durante el parto o 3. En el post-parto
Riesgos de la obesidad durante el embarazo
Complicaciones que amenazan la vida de la madre
Estas son complicaciones graves como problemas cardíacos o respiratorios, hemorragias, trombosis, shock, etc.
Aborto precoz
El riesgo de aborto en el primer trimestre es ligeramente mayor en mujeres con obesidad. Las causas son alteraciones hormonales y/o inflamatorias. El fenómeno está relacionado con lo que sucede a las mujeres con síndrome de ovario poliquístico.
Diabetes gestacional o incluso pre-gestacional
La diabetes en el embarazo se puede presentar de 2 formas distintas que conviene aclarar. Sobra decir que ambas están estrechamente relacionadas con la obesidad.
- Diabetes “pre-gestacional”. Mujeres con diabetes que se quedan embarazadas, muchas de las cuáles ni siquiera conocían su diabetes. Esto puede empeorar el problema ya que no se habrán realizado los controles necesarios antes del embarazo.
- Diabetes gestacional. Es un tipo de diabetes leve que aparece al final del embarazo. También supone un riesgo mayor para la madre y para el feto pero no es tan grave como la diabetes pre-gestacional.
Hipertensión
Existe aumento tanto del riesgo de hipertensión como el de preeclampsia, un tipo de hipertensión arterial que se asocia a pérdida de proteínas en la orina y que puede provocar serias complicaciones si no se controla.
Parto prematuro
No está claro si la obesidad aumenta el riesgo de parto prematuro espontáneo. Sin embargo, lo que sí sucede es que por motivos de seguridad para la madre o para el feto, es habitual tener que inducir el parto antes de tiempo con los riesgos que esto supone.
Embarazo demasiado largo y necesidad de inducción
En esta caso sí que está claro, las mujeres con obesidad tienen embarazos más largos.
Embarazo gemelar
Las mujeres con obesidad que se quedan embarazadas también es más frecuente que lo hagan de gemelos. Por ejemplo, en este macro estudio, el embarazo gemelar fue un 5-10% más frecuente en mujeres con IMC mayor de 30 en comparación a las que tenían un IMC menor de 25.
Síndrome de Apnea hipopnea del sueño (SAHS)
El SAHS, antes conocido como apnea obstructiva del sueño, consiste en la aparición de pequeñas apneas durante el sueño. Pueden aparecer por primera vez durante el embarazo o empeorar en pacientes que ya las sufrían.
Estos pequeños episodios “sin respirar” provocan descensos de oxígeno en sangre, empeoran el descanso nocturno por micro-despertares y aumentan el riesgo de otras complicaciones como la preeclampsia.
Síndrome del túnel carpiano
Este síndrome aparece por atrapamiento del nervio mediano en la muñeca como consecuencia de aumento del tamaño de las estructuras vecinas. Es frecuente que aparezca en el embarazo, todavía más en mujeres con obesidad
Riesgos durante el parto
Mayor duración del parto
El período de dilatación y progreso del parto es más lento, pudiendo llegar a alargarse hasta una hora más.
Mayor necesidad de parto provocado
Muchas de las complicaciones relacionadas con la obesidad obligan a inducir el parto para evitar problemas mayores.
Mayor número de cesáreas y mayor riesgo de cesárea en el futuro
Al ser embarazos con más riesgo, es más frecuente que se necesite una cesárea tanto programada como de urgencia.
Dificultades con la anestesia
La famosa anestesia “epidural” se inyecta entre vértebras y requiere cierta habilidad por parte del anestesista. Si además hay exceso de grasa, las vértebras son más difíciles de delimitar y por tanto es más difícil localizar el lugar adecuado para la inyección. Es habitual que el anestesista necesite realizar un mayor número de pinchazos para poder introducir el catéter correctamente.
Complicaciones relacionadas con el tamaño excesivo del bebé
Cuando se padece obesidad, es más frecuente dar a luz bebes marocrosómicos (más de 4 kg de peso) con las complicaciones que derivan de ello.
Riesgos después del parto
Tromboembolismo venoso
El embarazo, la inmovilización después de una cirugía y la obesidad son factores que aumentan el riesgo de trombosis venosa. Como puedes comprobar estos tres factores confluyen en mujeres con obesidad, que además, suelen requerir cesárea con mayor frecuencia.
Infección
Cuando hay exceso de grasa subcutánea, la circulación llega peor a los tejidos y es más difícil que cicatricen tras un trauma. Esto conlleva que las mujeres con obesidad sufran con mayor frecuencia infecciones de la herida, tanto de cesárea como de episiotomía.
Depresión post-parto
Aunque no se conoce la causa, son varios los estudios que han demostrado que el riesgo de depresión es mayor
Riesgos para el bebé
Anomalías congénitas
Las mujeres afectadas de obesidad tienen mayor riesgo de tener un feto con anomalías congénitas de diferentes tipos: Los más frecuentes son los defectos del tubo neural, labio leporino, malformaciones cardíacas o problemas en brazos o piernas.
El riesgo de anomalías congénitas aumenta según lo hace el grado de obesidad y también lo hace por otros problemas que habitualmente se asocian a la obesidad como la diabetes.
Asfixia y muerte
De nuevo, todo depende de la gravedad de la obesidad de la madre y de otros factores de riesgo que típicamente se asocian a la obesidad: diabetes, hipertensión, mayor edad, etc.
Riesgos asociados a la prematuridad.
Los bebes prematuros tienen riesgos importantes tanto en el peri-parto como a largo plazo.
Riesgos asociados al excesivo tamaño
Esto se asocia especialmente a traumatismo durante el parto como la “distocia de hombros” (los hombros se quedan atrapados dentro de la vagina). No suele provocar daños permanente pero en ocasiones puede ser causa de secuelas por lesión de los nervios de los brazos.
Obesidad infantil
El riesgo de obesidad infantil tiene doble causa: Sin duda, la primera es el entorno familiar. Es muy probable que una mujer con obesidad tenga malos hábitos que puede inculcar en sus hijos. Pero también contribuye el ambiente metabólico en el que vive el feto dentro de una madre obesa. Parece que el ambiente hormonal modifica ciertos genes (epigenética) y rutas metabólicas del bebe que lo predisponen a sufrir obesidad y otros problemas en el futuro como diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares
Problemas en el desarrollo neurológico
Diversos estudios han mostrado que la obesidad materna se asocia a varios problemas neurológicos en los bebes. Por ejemplo: parálisis cerebral, epilepsia infantil, deterioro cognitivo, trastornos del espectro autista, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, ansiedad y depresión, esquizofrenia, y trastornos de la alimentación.
Las causas no se conocen con exactitud pero se ha relacionado con factores inflamatorios, estrés oxidativo y hormonales entre otros.
Asma
Los hijos de madres con obesidad tienen más riesgo de asma. Este riesgo parece estar mediado por mecanismos inflamatorios. Cabe recordad que la obesidad provoca una inflamación crónica de bajo grado.